miércoles, 14 de septiembre de 2011



Silvia y Cardín, Cardín y Silvia. 

O la historia de como casarse en casa, en una vieja sidrería con encanto.
Rodeados de sus amigos y su familia.
El día que Silvia se puso en contacto conmigo 
y me contó la historia de como quería que fuera su boda, 
mientras Romeo, su sobrino, se revolvía sin parar,
supe al instante que esta boda no iba a ser una celebración al uso.
Solo con la historia de su despedida de soltera, 
esta boda pintaba increíble. Y así fue.
Entraron juntos, de la mano, mientras todos los invitados aplaudían sin parar, 
el lugar escogido, la pista de baile del antiguo merendero. 
Hubo palabras bonitas, emotivos poemas y hasta canciones  rapeadas.
Vengalas, confeti, fuegos artificiales, karaoke y gominolas.
Motos viejas, novios manteados, y cigarros que explotaban. 
Abrazos,sonrisas, besos y lágrimas de emoción. 
Ciertamente las palabras se quedan cortas para contar
lo que sucedió ese 20 de Agosto del 2011.